sábado, 16 de diciembre de 2017

Orfeo

En la terraza del Kojack, Orfeo, el poeta y músico, hijo de Calíope, está tocando la guitarra magistralmente. Hay unas cuantas hienas completamente hechizadas que descansan atónitas ante el virtuosismo de sus acordes. Su mujer, Eurídice, va a servirle una copa. Mientras le sirve la copa, una jodida serpiente de cascabel ha salido de la nada para morderla en el tobillo, ahí justo donde se le acaba el tatuaje. Una gran faena. Eurídice muere horas más tarde en el hospital general a causa del letal veneno.

Orfeo, el valeroso, para olvidarse del negro día después de enterrar a Eurídice, se marcha a bucear hasta el fondo de un lago donde decide cantar “Stairway to heaven” pero se da cuenta de que está debajo del agua y en los infiernos. Allí convence a Caronte para que le lleve al otro lado del lago sin pagar el transporte y lo hace. Cuando llega al final, hechiza al gran Hades para que libere a Eurídice y la deje subir con él a la superficie. El cautivado Hades solo le impone una condición: que no mire hacia atrás hasta que Eurídice haya regresado completamente con él, pero detrás de él, a tierra firme.

Orfeo y Eurídice se marchan. Cuando llegan a tierra firme, Orfeo se pone a tocar como nadie lo ha hecho jamás esa conocida balada de Metallica. Eurídice le sigue y le sigue. Pero, en el último momento, temiendo que Hades le esté tomando el pelo, Orfeo olvida lo pactado y se gira con pasión para mirar a su amada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Envíame tus comentarios